Mucho tiempo y muchas cosas han pasado. Mucho he aprendido, he cometido en ocasiones los mismos errores, pero también he aprendido que se pueden superar y que no tienen por que seguir repitiendose.
Aprendi a aprender de mis errores, aprendí la necesidad de pararse. Aprendí a hacer caso de algunas cosas y también a hacer caso omiso de otras, valorar lo importante e ignorar lo innecesario. Aprendi lo que es el fracaso y aprendí lo que es pararse para seguir luchando, aprendí a seguir soñando pese a ver algunos sueños en el suelo, porque también he ido viendo que la vida se las arregla para demostrarte que siempre habrá más cosas con las que soñar, que aunque tus sueños estén en el suelo no implica que no se puedan revivir.
He comprendido, tal como una vez me dijo mi padre, que con la edad cada vez nos apegamos más a la vida, y le tememos cada vez más a la muerte. Cuando uno es joven no teme tanto a arriesgar su vida, pero con el tiempo cada vez la valora más y la arriesga menos. Eso quizás será porque de a poco nos acostumbramos a este mundo, lo aprendemos a querer y a valorar, echamos raíces y comenzamos a apegarnos. Parece que entre más tiempo pasamos en este mundo, cada vez el tiempo se hace más corto, se siente que cada vez transcurre más rápido y entonces tenemos menos tiempo para concretar los sueños, ambiciones y proyectos que se han ido forjando en nuestras vidas, por lo que cada vez más sentimos la sensación de tener menos tiempo. Así es como se comienza a valorar la vida y cada instante de ella, porque después de todo es una sola y tarde o temprano nos damos cuenta que el tiempo tanscurre rápido y no suele volver atrás.
Pese a todo sigo siendo una soñadora, alguien que fantasea con ciertos cambios en su vida, muchos de los cuales aún desea. Espero eso si concretarlos dentro de lo posible. Sigo siendo miedosa e insegura, sigo disconforme con mi apariencia y con ciertos aspectos de mi forma de ser. Sin embargo el deseo de vivir es más fuerte y gracias a la vida, que me ha dado tanto, como una vez dijo la Violeta Parra, cada vez me siento más apegada y con ansiedad de disfrutar cada instante, cada momento, aprovechar cada segundo. Es una ambición que tengo y espero concretar.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
me parece bien que te sientas con ganas de vivir :)
punto aparte lo de la violeta parra, que ironicamente se suicido despues de decir gracias a la vida ehehehe
Publicar un comentario